1. Dudas.
¿Por qué alguien querría leer este libro? Me pregunto sentada en un frío banco de piedra en la estación de Lago. Con la espalda contra la pared.
Delante de mi han pasado cuatro metros. Tengo las gafas quitadas y lloro a ratos.
He bajado del metro en esta misma estación hace 10 minutos porque ya no podia más.
Porque a veces todo lo que llevamos dentro de la cabeza pesa mas que todo lo que nos hace seguir moviéndonos. Más que todo lo que nos impulsa. Esta estación es abierta al exterior. Y hace frío.
Hoy, además, ha llovido un rato y el ambiente esta muy húmedo.
Son cerca de las ocho de la noche.
Me gustar sentir el frío. Siempre he pensado que nos conecta con la naturaleza y con la realidad. Es, como sentir un caricia del mundo. Es primitivo. Muy básico. El frío. Que nos hace refugiarnos. Refugiarnos en abrigos, refugiarnos en el abrazo de otra persona. O refugiarnos en casa. Entre mantas o con un brasero y unas enaguas.
Mientras estoy en Lago pienso muchas cosas. Pienso, o mejor dicho, trato de no pensar. Y para ello dejo que los pensamientos pasen por mi cabeza sin detenerse. Los veo llegar, intentar echar raíces y luego perderse. Me repito los cuatro mantras que me ayudan a escapar de esos estados “preansiedad”.
Relativiza. Ya has estado así antes y en retrospectiva siempre te has dado cuenta de que no tiene sentido ni utilidad y que no sirven realmente para nada. Esto te permite tomar un poco de aire y ganar un poco de espacio para poder trabajar o utilizar el resto de herramientas.
Desapegate. Lo que piensas no eres tu. Lo que piensas es consecuencia de un sistema social en el que vives inmersa. En el que te has desarrollado y que fomenta muchas veces que nos maltratemos a nosotras mismas.
Humildad. No sé. No juzgues. No etiquetes. No juzgues. No sentencies. No condenes.
Renuncia al control. No existe la culpa.
Aprender es equivocarse.
2. Objetivos.
Uno. Ajustar mi imagen de mi misma.
Dos Conectar con mi ser y vivirlo plenamente.
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