Esta semana se han cruzado dos momentos libres en los que he podido conectar con dos mensajes.
Draft Day.
Una película en la que el protagonista se enfrenta a un día clave en el que tiene que tomar una serie de decisiones muy importantes. En las que todo puede cambiar de un momento a otro con una sola llamada.
Pero hay algo que llama la atención desde el principio. Al comienzo de la mañana de ese día toma un papel en la cocina y escribe algo. lo dobla y lo guarda e nel bolsillo. Una idea. Una intención que no perder de vista en ese día.
Es necsario escribir y tener muy cerca lo que queremos tener siempre presente. Lo que no debemos olvidar en días de torbellino.
Desde que ví la película hace unos cuatro días no dejo de pensar que escribiría yo en ese papel.
Solo sé. Solo eres responsable de ser. No estas obligada a hacer nada que no quieras hacer.
Sexo en Nueva York.
Si. Lo sé. Es una serie/película superficial y muy tonta. Pero siempre me ha gustado la independencia de sus protagonistas y el curso que siguen sus diferentes vidas. Hay un momento de la serie en la que la protagonista, Carrie, se plantea si realmente quiere o no tener hijos en su vida. Piensa que siempre los quiso pero realmente reconoce que no ha llegado a tener esa conversación consigo misma. "Quise ser escritora y pelee para conseguirlo. Si quiero unos ridículos zapatos hago todo lo posible por conseguirlo. Si quisiera un hijo, ¿No lo habría buscado ya?". Y ¿yo? ¿He mantenido esa conversacion conmigo misma? No. Sé que no porque lo pensé cuando me quede embarazada hace muy poco. Me deja llevar sin ser una elección tomada a conciencia. Pero... ¿Realmente debemos tomar las decisiones de esa manera? ¿Hasta que punto debemos dejarnos fluir y hasta que punto debemos decidir y ser consecuentes y firmes con nuestras decisiones?.
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