3. Con “la que está cayendo”, ¿el mundo necesita más mindfulness o más revolución activa?
La imagen que me viene a la cabeza es de Gandhi.
Sin su componente espiritual difícilmente hubiera podido emprender cambios con
la repercusión y profundidad que tuvo. No hay que divorciar el aspecto
espiritual del revolucionario. La cuestión es qué clase de revolución
queremos. No es necesariamente suficiente ser consciente de una
injusticia. Tenemos que tener una perspectiva mucho más amplia en la que se
basa nuestra acción.
La plena conciencia nos ayuda a saber cómo está todo esto conectado. Nos
ayuda a saber que hay una injusticia pero que está conectada a una estructura
mucho más amplia. Esa es la finalidad de la plena conciencia: quizá hay una
injusticia particular, pero la causa de esa injusticia es mucho más amplia.
Todo llega al mismo sitio. Mindfulness no es lineal, no es “voy a hacer una
acción para cambiar algo”, sino que se identifican todas las causas. El aspecto
espiritual es importante que esté vivo cuando hablamos de una revolución, de
una acción social más expresiva, porque es el contexto general el que quieres
arreglar, no una cosa particular.
Para que nos entendamos, propongo este ejemplo: las acciones de Greenpeace
ayudaron años atrás a concienciar sobre los problemas de los vertidos en el mar
del norte, y eso es muy importante. Pero todavía más importante es
saber porqué consumimos tanto
No hay comentarios:
Publicar un comentario