domingo, 16 de septiembre de 2018

16 septiembre 2018. Fin de semana y ducha.

Hola. Primeras palabras de una experiencia nueva.
Escribo en el móvil. Tumbada en la cama después de ducharme. Es tarde. Un día más que no cumplo mi objetivo de estar en cama para las diez y media.
Domingo noche. Apurando los últimos minutos antes de las doce.
Un fin de semana donde hemos balanceado descanso y tareas. Me quedo con como está de cambiado mi pequeño Miguel. Más aún en este colegio nuevo donde le va tan bien.

Y el sábado por la tarde quedé con Belén de los Ods. Y terminamos el café motivadas y con ganas de hacer muchas cosas. De colaborar sin ataduras.

Y por lo demás. Una montaña rusa. Ahora bien. Ahora regular.
Y mis Mantras. Y mi reencuentro con Ganesha. A la que amo y agradezco su atención y su ayuda.

Oh Ganesha. Protegenos y remueve los obstáculos en nuestro camino. Oh Ganesha.
OM GAM GANAPATAYE NAMAHA 

Ganesha

GANESHA

Llevo años conectada a este Dios/a y a este mantra. El removedor de obstáculos. Me ha ayudado realmente y enormemente a sentir un antes y un después en muchos aspectos de mi vida. 
Confío en el. Confío en todo y en la divinidad del todo. 









Escribir.


14 septiembre 2018. 

Mi vía de escape, las palabras. Escribir para mí es como untar un bálsamo en mi celebro o poner una bolsa de hielo en un tobillo que te acabas de torcer. Me da esa sensación de alivio y de escape. Es como un pequeño refugio. Lo curioso es que lo he identificado como tal hace muy poco. Y mirando hacia atrás me doy cuenta que realmente siempre he escrito y siempre he intentado huir de esta manera. Por eso ahora robo dos minutos al trabajo y escribo este texto. Para ti, Rosa. Que estás en casa cansada y derrotada. Escribe. Sácanos a todas de este círculo. Un beso. Te quiero.